domingo, 17 de diciembre de 2006

¿Cómo superar la Eyaculación Precoz?

Aunque pueda ser muy largo, os aconsejo que leáis este texto hasta el final. Yo también sufrí este problema y por suerte he podido solucionarlo. Por eso, deseo compartir mi experiencia con todo aquel que se sienta identificado. Os voy a explicar el como ha afectado la eyaculación precoz en mi vida desde mi primera relación sexual con una chica.

De pequeño, empecé a practicar la masturbación a partir de los doce años, como viene a ser normal en esa edad. Las ansias por acabar pronto eran muy grandes, ya que lo hacía siempre en mi habitación o en el lavabo, y con mis padres en casa, puesto que no me dejaban nunca solo en casa. El hecho de que mis padres pudieran entrar en cualquier momento en mi habitación y sorprenderme en plena acción, provocaba que mi principal preocupación fuera terminar cuanto antes la práctica de la masturbación.

Otro aspecto a tener en cuenta era cuando practicaba la masturbación en casas de amigos por ejemplo. Hacíamos competiciones y las ganaba quien antes llegara a eyacular. En esa época, eyacular cuanto antes nos llenaba de orgullo, sin saber que en un futuro, sería un grave problema para nuestras relaciones sexuales.

Todo empezó cuando yo tenía 16 años. Yo ya había estado con varias chicas, pero nunca había llegado a mantener relaciones sexuales. El esperado día llegó y no pudo ser peor. La chica era dos años mayor que yo y hacía tres que había perdido su virginidad, vamos, que la chica no era ninguna novata cualquiera.

Pude controlarme y no me puse nervioso, hasta ahí todo bien, pero lo peor vendría más tarde. Ambos nos habíamos desnudado y llegó el momento de ponerme el preservativo. En cuanto a mi erección, no fue ningún problema ya que por suerte, mi pene se erecta con mucha facilidad, incluso hasta creo que a veces con demasiada. Ella me puso el preservativo y se tumbó sobre la cama abierta de piernas esperando a que yo iniciase el coito. Me acomodé e introduje mi erecto pene en su vagina.

¡Qué sensación! Noté mi pene, rodeado de unas blandas paredes bien calientes que me provocaron una sensación totalmente desconocida. Fue extraño, pero yo seguí con los movimientos particulares del sexo y en apenas 1 minuto, me entraron unas ganas de eyacular repentinas, que parecía que nada ni nadie las pudiese detener.

En efecto, eyaculé. La chica me dijo que era muy común en las primeras relaciones sexuales y que no me preocupase. Al cabo del rato, lo volvimos a intentar con un preservativo nuevo, pero no fue lo mismo, mi pene no alcanzó la erección máxima y hasta me resultó el coito bastante incomodo. En este segundo intento aguanté bastantes minutos más, pero no tardé tampoco mucho en eyacular.

En esa época no me preocupaba en absoluto lo que me ocurrió en mi primera relación sexual, pero con el paso del tiempo, y las numerosas ocasiones en que practiqué relaciones sexuales con otras chicas, se convirtió en un grave problema para mi salud mental.

No había manera, seguía eyaculando precozmente en todas las ocasiones, y las chicas comenzaban a molestarse y a no querer mantener más relaciones conmigo. No es que me guste decirlo, pero por suerte, soy un chico bastante atractivo, y nunca he tenido ningún problema a la hora de ’ligar con las chicas’. Pero el verdadero problema era que, una vez ellas me ponían a prueba en la cama, no había una segunda vez.

Mis amigos, siempre me echaban en cara el no tener una novia fija, y que dejase por un tiempo las historias de dos días. Yo siempre les respondía que mi problema era que no me enamoraba de ninguna chica, y que yo solo quería cosas temporales, aunque eso era totalmente falso.

Con el tiempo, mi frustración fue a más y hasta cogí miedo a las mujeres. Dejé de mantener relaciones sexuales con ellas, ya que para mi eran momentos de mucha tensión y posterior amargura.

A veces, cuando una chica me incitaba a hacerlo, me inventaba cualquier excusa para escaparme, hasta que ellas mismas dejaban de insistir en ello y no me llamaban más. Rechacé cantidades enormes de chicas, por miedo a no fallar en la cama. Me cerré mucho conmigo mismo y hasta perdí la relación con muchos amigos. Tenía un grave problema.

Busqué múltiples soluciones por Internet, probé de ir al psicólogo, sexólogo… y al fin logré una solución sencilla y eficaz para este grave problema.

Os voy a dar una pequeña opinión sobre algunos métodos que he probado y no me han causado efecto alguno:

Condones de efecto retardante: Toda una farsa, estos preservativos contienen un líquido anestésico que, si, puede ser cierto que alargue un poco la eyaculación, pero lo que realmente hace es dormir el pene y por lo tanto la erección baja. De todas formas, estos preservativos no me sirvieron para alargar la eyaculación.

Hierbas, especies y demás medicamentos: Tampoco me causaron efecto alguno, hasta en muchos casos, provocaron que la erección de mi pene no tuviera lugar.

Problemas psicológicos: Esto es totalmente falso, este problema no es de la mente aunque muchos puedan afirmar o creer que sí. La eyaculación precoz es una disfunción sexual, nada que ver con la cabeza. Probé de hacer ejercicios muy conocidos, sobre técnicas chinas entre otras, y el problema no desapareció.

A mencionar, que en el momento de la penetración, se dice por ahí, que si se piensa en algo fuera del ámbito sexual, las ganas de eyacular desaparecen, pero también es rotundamente falso, la eyaculación en mi caso era incontrolable.


Previa masturbación: Esta es otra solución no muy efectiva que se comenta mucho. Yo os tengo que decir, que fue la primera que realicé y no tubo mucho efecto. Para empezar, una relación sexual puede surgir en cualquier momento inesperado y no se tiene tiempo o lugar para la previa masturbación, solo valdría en el caso de que estés esperando a tu pareja en tu casa, y puedas prepararte, o si vas de camino a algún lugar donde sabes con seguridad que vas a tener relaciones sexuales.

De todas formas, la previa masturbación, dificulta una posterior erección y a la hora de penetrar, no se percibe el mismo placer y el pene puede perder toda su erección. Es cierto que se tarda más en eyacular, pero no se siente lo mismo y no resulta muy efectivo.


Solución:

Tras mis intentos frustrados en solucionar el problema, probé la última opción que me quedaba. Los ejercicios manuales de Kegel.

Hay dos tipos de ejercicios, uno es hacer contracciones de los músculos pubococcígeos, y el otro, el método de parada-arranque. En mi caso, el que me resultó efectivo fue el primero. Voy a explicarlo:

Para empezar, hemos de localizar los músculos pubococcígeos. Para ello, iremos a orinar y en el momento en el que estamos orinando, dejaremos de hacerlo. Notaremos como, unos músculos situados en el interior de nuestro orificio anal se contraen, bien, pues esos son los músculos que deberemos ejercitar. Si no lográis encontrarlos, detened la orina en repetidas ocasiones hasta que los encontréis.

Este método es muy sencillo, y solo se necesitan unos minutos diarios para hacerlo. Lo podremos realizar en cualquier lugar, hasta en un pupitre o conduciendo el coche. Aunque yo personalmente recomiendo que se practique tumbado en la cama.

Nos tumbaremos en la cama, boca abajo, e intentaremos contraer los músculos pubococcígeos, sin tener que hacer uso del previo método de localización de los músculos ya explicado aquí, que consistía en la detención repetida de la orina. Una vez dominados estos músculos, haremos sesiones de 20 contracciones, en 5 series. Es decir, un total de 100 contracciones al día, no hacen falta más.

Este ejercicio lo practicaremos cada día, todas las semanas durante unos 3-4 meses. Aunque os recomiendo que no dejéis de practicarlo, puesto que dejar de hacerlo, podría ocasionar la vuelta de la eyaculación precoz.
Con ello, pondremos en forma los músculos pubococcígeos, que son los que se activan a la hora de eyacular.


Razonamiento:

El problema consiste en la facilidad con la que los músculos pubococcígeos se activan a la hora de la penetración. Podéis hacer la prueba masturbándoos, veréis como a la hora de eyacular se os contraen estos músculos.

Un ejemplo muy claro es cuando nos despertamos por la mañana, tenemos todos los músculos del cuerpo dormidos y si intentáis masturbaros, notaréis como tardáis mucho más en eyacular, puesto que los músculos pubococcígeos están todavía dormidos.


Puesta a prueba:

Después de unos meses realizando estos ejercicios, me confié y decidí ponerme a prueba. Conocí una chica y lo hicimos.

¡Qué sorpresa! No eyaculé precozmente y estuvimos muchísimo rato haciendo el amor y hasta incluso, ahora puedo decidir cuando eyacular, ya que tengo un fuerte control sobre mis músculos pubococcígeos y puedo retener las ganas de eyacular por más tiempo. Todo el esfuerzo, tuvo su recompensa.


Actualidad:

Gracias a estas técnicas, actualmente gozo de una vida sexual buena y mi temor a enfrentarme a las chicas ha desaparecido por completo. Es un alivio superar este problema, y ya que yo lo he conseguido, me he tomado la molestia de escribir mis experiencias y la solución a este grave problema que afecta al 40% de los hombres.

Para mí, sería todo un orgullo que, este texto, pueda ayudar a miles de hombres que están desesperados por encontrar una solución, y espero que les sirva de gran ayuda a todos los que padezcan este problema y hayan encontrado en mi experiencia, su definitiva solución.


Un saludo para todos los lectores, y recordad que la eyaculación precoz, sí tiene solución.

3 comentarios:

Carlos dijo...

Tiene pinta de ser cierto y está muy bien razonado. Lo probaré. Pero hay una cosa que me causa contradicción. Si por la mañana estos músculos están dormidos y la eyaculación se retrasaría.. Si los músculos los ejercitamos mucho no estarán más activos y podrán hacer la eyaculación mucho antes? Solamente es esa duda, pero de todas maneras quiero probarlo.
Muchas gracias!

bayron dijo...

bueno espero q sea verdad porq en verdad nesecito porner fin a este q tengo ojala q funcione y muchas gracias por publicar eso ya q algunos nos sentimos mal como una ves te sentistes porq no poder ocntrolar la eyaculacion precoz

Unknown dijo...

Bueno, para mi la eyaculación precoz solución tiene, pero no diría que tiene una solución 100% definitiva, diría que casi definitiva. Hay muchos factores que pueden hacer que no funcionen dichas técnicas. Aún así, enhorabuena por la información ofrecida y por contarnos tu experiencia.